Masajes

Los masajes constituyen una herramienta terapéutica muy antiguo, que era empleada por el hombre con la finalidad de neutralizar cualquier posible dolencia y su evolución ha sido paralela a la de la sociedad, considerándose en la actualidad como el tratamiento terapéutico más utilizado por todas las sociedades del mundo, gracias a su eficacia.

La finalidad principal de la terapia con masajes es la de proporcionarle el bienestar general al paciente, y para ello son muchos los tipos de masajes que se pueden aplicar en cada caso. La técnica aplicada en la mayoría de los tipos de masaje es mediante la estimulación manual de los tejidos blandos de la piel, es decir, el tejido conectivo y el muscular, con la finalidad de ampliar la función de los mismos y lograr la correcta circulación, el bienestar y la relajación.

Los masajes también son muy útiles para la disolución de contracturas y desaparecer la tensión muscular permitiendo un correcto deslizamiento de los tejidos. Algunos tipos de masajes resultan muy útiles para la recuperación y rehabilitación física recibiendo la denominación de masajes terapéuticos. En este sentido debemos destacar el hecho de que el uso de los tipos de masajes en un ámbito sanitario requiere de una amplia comprensión de la anatomía humana y especialmente de la fisiología, además también es importante que el profesional tenga conocimientos acerca de las indicaciones y contraindicaciones de cada uno de los tipos de masajes.